domingo, 2 de enero de 2011

Hoy, quiero que sea mañana

Me niego. No logro digerir la idea de que el ser humano sea inherentemente malo, inherentemente cruel. ¿Qué sucede con la bondad que fue sembrada en nuestras almas?Me enferma el dolor, de decepción, de tristeza. ¿Cómo es posible que nuestras bocas puedan lanzar palabras sin medir su peso o su efecto?

¿Cómo es posible que ignoremos? ¿Cómo es posible? Engañamos a otros, tanto, hasta llegar al punto de creer nuestros propios engaños. ¿En donde ha quedado el valor de cada lágrima, el sentimiento? ¿Acaso hemos asesinado nuestro propio corazón? Actuamos, luchamos por ser los mas fuertes. Por pretender que nada nos hiere.

Jugamos con todo, con todos. Usamos sus cuerpos, sus mentes, aniquilamos su humanidad. En este mundo… ¿Quién realmente ha amado? ¿Quién realmente se ha dejado amar? ¿Quién realmente ha sido amado por quien ha amado?.

Algunos días me levanto con la fuerza suficiente y creo que llegará el día en cual diga todo valió la pena, lo ha valido. Hoy no es un día de esos. Hoy no puedo. Ya no sé si quiero seguir. Hoy siento que me rindo. He de comenzar a planificar mi vida…sola. Ya estoy cansada de esperar, de estar viviendo en pausa, lo que es más parecido a sobrevivir, Quizás hasta sea por eso. Quizás es que estoy dejando de vivir. Estoy cansada de creer, de dar oportunidades, de otorgar margen de duda, de querer siempre creer que esta vez me dicen la verdad. Quisiera poder ver la verdad, a simple vista… porque aun estando frente a ella, en muchas ocasiones no logro distinguirla. Supongo que es porque no ha sido la verdad que quería en ese momento ver.

A veces quisiera ser como los otros, quisiera que nada doliera, que nada importara. Deshumanizarme un poco y creer en mis propias carcajadas. Otras veces quisiera llorar hasta deshidratarme, llorar hasta que me anestesie, llorar hasta ahogarlo todo. Arrancar mi propia piel y renacer.

A veces quisiera gritar a los cuatro vientos, pero me temo que cuando eso suceda, ya no pueda seguir siendo yo.

Hoy. Hoy no tengo fuerzas. Estoy cansada de intentarlo. Llevo el corazón en mis manos y se me escurre entre los dedos. Hoy mi armadura no quiso entallarse a cuerpo. Hoy… ya quiero que sea mañana.

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